Mascarillas FFP2 Empaquetadas individualmente

Descripción

A día de hoy se han convertido en un elemento más de nuestra vida cotidiana, algo fundamental debido al momento que vivimos por la pandemia de la Covid-19.  Era impensable, sólo hace un año, vernos y ver a los demás ocultando nuestra sonrisa y expresividad a los ojos del resto. Después de varios cambios respecto a la conveniencia de su uso, pues la comunidad científica no lo tenía claro al tratarse de un virus nuevo, desconocido por todos, se ha asentado su uso tanto en espacios abiertos como en cerrados, ya que ha quedado demostrado que este nuevo virus permanece y se transmite por el aire, poniendo en riesgo así la salud de todos. Decimos que se ha asentado su uso, pero más bien se ha tenido que imponer, al tratarse de un tema de salud pública que nos afecta a todos por igual y en el que todos tenemos nuestra parte de responsabilidad para con nosotros y el resto de ciudadanos. Impuesta y/o aceptada, la mascarilla se ha convertido en un elemento fundamental para la lucha contra el coronavirus, ayudando a frenar su expansión en un momento en el que todo remedio que se tenga al alcance es bienvenido.

Hay que tener en cuenta que no sólo por el hecho de llevar la mascarilla es suficiente. Es fundamental hacer un buen uso de ella. Nos referimos al hecho de que las mascarillas tienen una vida útil limitada. No podemos usar, por ejemplo, una FFP2 durante varas horas al día todos los días de una semana. La vida útil de este tipo de mascarillas es de unas 40 horas máximo, después de este tiempo, hay que desecharlas y sustituirlas por otras nuevas.